martes, 2 de julio de 2019

El método Loci

Este método es muy curioso y puede resultar muy divertido.

La técnica loci (que se pronuncia "loqui") la inventó un poeta griego que recordó todo lo que aconteció durante un banquete basándose en quién dijo e hizo cada cosa y el lugar en el que estaban sentados a la mesa.

Además, seguro que te has finado que cuando alguien va a hablar durante bastante tiempo usa expresiones como "en primer lugar", "en segundo lugar", "por último", etc. Esto es porque para recordar todo lo que tenemos que decir o escribir, a nuestra memoria le va muy bien un poco de orden.


El método funciona así: imaginemos que queremos recordar una serie puntos importantes, o partes de algo, o los acontecimientos de un período de la historia o, varios personajes importantes; sea lo que sea, lo que tenemos que hacer es organizar estos nombres o eventos en un espacio físico, igual que cuando visitamos un museo seguimos un recorrido y en cada sala hay una exposición distinta.


Por ejemplo, en mi casa está todo el Fanerozoico, con sus eras y sus períodos. Comencemos el recorrido:


Según entramos en casa, a mano derecha, está el Palezoico en la cocina, con el Cámbrico, el Ordovícico, el Silúrico (especialmente rico en con tomates), el Devónico, el Carbonífero (en el que calentamos los platos), y el Pérmico para la pasta.


El Mesozoico lo guardamos en los dormitorios: el Triásico en el más pequeño y el Jurásico y el Cretácico en el más grande, para que nos quepan todos los dinosaurios.

El Cenozoico está más repartido: el Paleógeno en el salón, que está adaptado a los mamíferos, el Neógeno en el baño y en el estudio, que es donde tenemos los aparatos más modernos, está el Cuaternario.

Como ves, si te acostumbras a poner el conocimiento en lugares conocidos, es bastante fácil recordar después dónde lo has puesto.

El poder de una imagen

Decimos siempre que una imagen vale más que mil palabras. Y también tiene mucho poder para el recuerdo. Seguro que alguna vez has visto algo o alguien y esa visión te ha traído a la memoria cosas que te han pasado relacionadas con eso que ves. Por ejemplo, cuando miramos fotos de las vacaciones, basta una para que podamos recordar todo el viaje: qué lugares visitamos, con quién estábamos, si hacía mucho calor o mucho frío; y si hiciste algo como visitar un museo o ir al cine, puede que recuerdes incluso qué artistas y qué obras se exponían o qué película viste, quién la protagonizaba y cuál era el argumento.

Gracias a la capacidad de nuestro cerebro para "agrupar" recuerdos en torno a una imagen, podemos apoyarnos en recursos visuales para estudiar y retener más información.

El arte del Visual Thinking

La técnica del Visual Thinking o pensamiento visual consiste en traducir ideas, para lo que normalmente usaríamos palabras, en imágenes que nos permitan:
  1. comprender: si puedes dibujarlo es porque lo has entendido;
  2. desarrollar un contexto o relacionar las ideas: no se dibuja un solo concepto o idea, sino todo un tema que gira alrededor de esa idea o concepto, por lo tanto, nos sirve para comprender mejor todo lo que estamos aprendiendo o estudiando en ese momento;
  3. recordar mejor y con más detalle: al igual que cuando hacemos un mapa mental o conceptual, tendremos que analizar la información que deseamos representar, por lo que aumentamos la comprensión y también el recuerdo, que será más extenso y detallado.


Pensamiento visual, por @garbinelarralde

Cómo lo hacemos

Para plasmar la información relevante con visual thinking, seguimos estos pasos:
  1. Ver: como estamos trabajando con los apuntes o textos de libros, leer. 
  2. Explorar: en nuestros textos o apuntes lo que haremos será subrayar las ideas más importantes.
  3. Imaginar formar, dibujos que representen esas ideas que queremos plasmar. Lo más importante es que tengan significado para nosotros.
  4. Dibujar de forma que el conjunto nos de las claves cuando queramos volver a repasar.

Muchas personas creen que este método sólo es bueno para quienes dibujan bien pero, ¿qué es dibujar bien? Si un dibujo representa conceptos u objetos que se pueden identificar, el dibujo ya es bueno porque cumple con su función.

Seguro que identificas perfectamente las figuras de esta viñeta que, por cierto, nadie aclamará como obra de arte ni verás nunca en un museo:


lunes, 1 de julio de 2019

Juegos de palabras para recordar

Cuando nos enfrentamos a un examen, la mejor garantía de éxito es recordar todo lo que hemos aprendido. Y la forma más segura de aprender es comprender. Pero, ¿qué pasa cuando tenemos que recordar fechas, nombres, lugares y acontecimientos? En estos casos nos vendría muy bien la memoria de un elefante.
¿Usan los elefantes trucos nemotécnicos?

Como muchos de nosotros contamos con una memoria normalita, vamos a aplicar un poco de mnemotecnia, o sea, técnicas de memorización y rememorización. Aquí vamos a ver las que están relacionadas con las palabras: palabra clave, acrónimo y acrósticos.

1. La palabra clave

Esta es una regla muy sencilla de usar y especialmente útil para recordar vocabulario en otros idiomas.

Consiste en asociar una palabra que tienen que aprender, o sea, recordar, a otra que conozcas bien y en torno a la cual te montas una película.

Por ejemplo: tengo que recordar el verbo ingles borrow (tomar prestado). Como suena a borrar, podemos recordar siempre el verbo con la frase "borro con la goma que tomo prestada".

Otro ejemplo también del inglés: mourn, que significa llorar o lamentarse y estar de luto, se parece mucho a la palabra morning, que conozco perfectamente; lo recordaré diciendo in the morning I mourn a lot.


2. Acrónimos con significado

Esta técnica consiste en utilizar las iniciales de las palabras que queremos recordar, utilizando la inicial de cada una para hacer un acrónimo (siglas) del que podamos hacer una palabra, porque todo aquello que tiene significado se recuerda mejor. Si no es posible, basta con formar un acrónimo que podamos pronunciar, ya que esto también facilita la memoria.

Por ejemplo, siempre me atasco con las provincias de Cataluña (Barcelona, Girona, Tarragona y Lleida), así que las convierto en un acrónimo: BGTL, que recordaré fácimente con la palabra "vegetal".

Podemos tomar también las capas de la atmósfera, que son, de dentro hacia afuera, troposfera, estratosfera, mesosfera, termosfera y exosfera. Si las convertimos en un acrónimo obtendremos TEMTE, que nos ayudará a recordar el orden correcto.

3. Acrósticos o frases

A veces, cuando tenemos que recordar muchas palabras relacionadas entre sí, los acrónimos no nos sirven porque serían demasiado complicados. Es el caso de las nueve provincias de Castilla-León: León, Palencia, Burgos, Soria, Zamora, Valladolid, Segovia, Salamanca y Ávila. Su acrónimo sería algo como LPBSZVSSA, o LPBSSSZVA, siendo el último algo más sencillo. Pero podríamos también crear un acróstico, que no es ni más ni menos que una frase formada con palabras que comienzan con las mismas letras que las que queremos memorizar. En este caso, podría valer "el león salió ayer de la sabana solo para ver zapatos baratos". Los acrósticos, con frecuencia, son bastante ilógicos, pero esto puede servir para reforzar el recuerdo (no puedo dejar de pensar en el león yéndose a las rebajas).